Thalia nos invita a su boda y agradece a sus fan
Imagenes del video Arradando
|
La boda de Thalia y Tommy
Boda del año,
fiestón del año
Las estrellas celebran en grande la boda de Thalía
NY.- Si Thalía pretendía tener la boda de año, no sólo era cuestión de convocar a docenas de famosos dentro de una de las catedrales más famosas del planeta, más otros tantos miles de fanáticos afuera. Tampoco podía privarse de organizar una fiesta posterior que estuviera a la altura de las circunstancias. Y así lo hizo, o al menos fue un buen intento.
Escondidos, pero no tanto
|
|
|
|
La recepción para los recién casados tuvo lugar en The Regent, un hotel escondido en la angosta Wall Street, a escasos metros de la Bolsa de Valores de Nueva York. "Ni sabía que este hotel existía", comentaban algunos. Quizá por eso fue el elegido para la fiesta.
Pero claro, a pesar de la algo extraña ubicación y la poca notoriedad, las cámaras y los lentes llegaron hasta el hotel, sin perderle el rastro a la pareja y a sus invitados.
Adentro, calor humano y baile
Adentro hubo mucha música, mucho para tomar y, por consecuente, mucho baile y mucha alegría. Hasta el mismísimo Tommy Mottola cantó, interpretando I've Got You Under My Skin para su nueva esposa. Thalía, por su lado, cantó y bailó junto con Gloria Estefan, haciendo la famosa Conga de la cantante cubana.
"No he tomado mucho, pero ¡cómo he bailado!", comentaría más tarde una algo cansada Cristina Saralegui.
Donna Summer cantó y sorprendió al diseñador Mitzy, quien más tarde diría: "Es de mi época, y sigue cantando igual de bien que en ese entonces". El siempre tímido Michael Jackson, al parecer, tuvo un poco de vergüenza de subir al escenario y finalmente no cantó. El Rey del Pop, al igual que Donna Summer y Robert De Niro, se escabulló por la puerta trasera del hotel.
Afuera, frío y paciencia
Mientras tanto, afuera un puñado de fotógrafos y reporteros aguardaba pacientemente en la puerta principal, para capturar imágenes de los personajes de la noche o intentar arrancarles algunas palabras.
.Alrededor de la medianoche ya comenzaban a irse algunos, entre ellos Julio Iglesias y Jennifer López. Para antes de las tres de la madrugada, ya la gran mayoría de los invitados había partido, y entre los que venían saliendo pudo verse a Joe Pesci, Danny DeVitto, Gloria y Emilio Estefan, Yuri, Marc Anthony y Fernando Carrillo, que se acordó de Rosalinda, telenovela que protagonizó junto a la novia de la noche, y comentó sonriendo: "La última vez que la vi vestida así a Thalía fue para casarse conmigo".
Mitzy, uno de los últimos en salir, se apareció en la puerta visiblemente alegre por la ocasión y contó algunos detalles, como que Thalía había usado tres de los vestidos que él le había confeccionado (el de novia, que según el diseñador pesaba 80 kilos, y otros dos).
"Estoy tan feliz de haber hecho esto por Thalía, porque la quiero muchísimo y porque ella es única. En este mundo no triunfan los que son lindos o son feos. Triunfan los que son diferentes. Y Thalía es diferente... La gente cree que el show es esto, lo que ven, los famosos, las cámaras. Pero el verdadero show es el de detrás de las cámaras: los preparativos, los nervios. En la limosina veníamos todos super nerviosos y muriéndonos de risa. Casi no cabíamos ahí adentro por la cola del vestido", dijo.
Esperando el final
Con menos de 50 personas adentro, la fiesta continuaba ante los gruñidos del personal de seguridad y las caras de agotamiento de los tres o cuatro reporteros gráficos que aguantaron el frío hasta esa hora.
"Se suponía que esto terminaba a la una y media, maldita sea", se quejaba un empleado de seguridad.
Finalmente, a las tres y media de la madrugada y a toda velocidad, salieron los novios. Un Mercedes negro los esperaba en la puerta. Thalía sonreía y saludaba. No dijo nada; solo gritó dos palabras justo antes de cerrar la puerta del auto: "¡Estoy feliz!".
|
Hasta que la muerte los separe
Thalía y Mottola, marido y mujer
NUEVA YORK, Estados Unidos - En una noche muy, pero muy fría, y ante miles de personas -fanáticos, curiosos, periodistas y policías-, la esperadísima boda de Thalía A. Sodi Miranda y Tommy Mottola tuvo lugar en la célebre catedral de San Patricio, en la ciudad de Nueva York.
Desde muy temprano, simpatizantes de la cantante comenzaron a llegar a la puerta de la iglesia, algunos con carteles y pancartas con frases como "Felicidades, Thalía", "Que les dure el matrimonio" y "Siempre te amaré, Thalía".
Hubo quienes se hicieron presentes antes del mediodía, dispuestos a aguantar el frío y la espera con tal de ver a su ídolo. Algunos hasta confesaron haber dicho alguna mentira piadosa en sus trabajos, sólo para poder estar presentes en lo que muchos llamaron la boda del año.
Claro, tampoco faltaron los que hablaban de una habilidosa maniobra por parte de la cantante. "Con esto, Thalía ya es millonaria. Se casa por dinero".
Enloquecidos
Alrededor de las cinco de la tarde, la Quinta Avenida entre las calles 50 y 51 -donde está ubicada la catedral- ya se había convertido en un mar de gente. A ambos lados de la calle y barricadas policiales mediante, miles de personas -todos latinos- esperaban impacientes la llegada de la novia y de la gran cantidad de estrellas que asistirían a la boda.
Desentendidos
Mientras tanto, otros muchos miles de estadounidenses y europeos pasaban por la puerta de la iglesia sin entender el porqué de semejante tumulto. "¿Por qué se encuentra toda esta gente aquí?", "¿Qué pasa?", "¿Quién se casa?". Muchos no lograban identificar a Tommy Mottola hasta que se les aclaraba: "Es el ex de Mariah Carey". De Thalía, jamás en sus vidas habían oído hablar.
Que comience la función
Al mismo tiempo, y mientras reinaba el caos en la Quinta Avenida, a la vuelta, sobre la calle 51, comenzaban a llegar limusinas y lujosos autos, Por una minúscula entrada lateral empezaban a ingresar algunas caras conocidas: Gloria y Emilio Estefan, Cristina Saralegui, Julio Iglesias, Verónica Castro, Fernando Carrillo, Jennifer Lopez, Michael Jackson, Rosie O'Donnel, Yuri y otros.
Pero el hecho de haber ingresado por un costado no logró despistar a la muchedumbre. Allí también el tumulto era general, tanto así que ni la misma policía de Nueva York dio abasto. No alcanzaban las vayas y barricadas, así como tampoco era suficiente el personal, por lo que tuvieron que recurrir a la ayuda de otros 75 oficiales de refuerzo de la vecina localidad de Queens.
El momento más esperado
Todos los ojos se posaron sobre la entrada principal cuando una limusina negra se detuvo frente a ella. De allí descendió Thalía, acompañada de una visiblemente emocionada Yolanda Miranda, madre de la cantante, y otros familiares. La novia, con el rostro cubierto por un velo blanco y un vestido con una casi eterna cola, caminaba lentamente con una imborrable sonrisa dibujada en su rostro.
Ese fue el momento en que el delirio, los gritos, empujones y pisotones se adueñaron del momento. Los periodistas y camarógrafos se abalanzaban sobre el cordón de policías, mientras el resto de la gente empujaba hacia adelante, todo por posar la vista, aunque fuera por una décima de segundo, sobre la radiante novia.
Entre puños y empujones
Unos 45 minutos más tarde, y después de algunos incidentes -grescas, peleas entre periodistas y civiles y lesionados que tuvieron que ser atendidos por las ambulancias allí presentes-, las puertas de la iglesia volvieron a abrirse y se pudo ver a los ya marido y mujer Thalía y Mottola, seguidos por varios de los invitados, entre ellos la cantante Yuri, quien comentó: "Fue una ceremonia bellísima; ¡Thalía estaba preciosa!". El último en salir, un rezagado Julio Iglesias, tuvo que vérselas con un puñado de curiosos que ingresaron a la capilla cuando ya casi no quedaba nadie, robándole besos y apretones de mano al veterano cantante español.
Y partieron, todos, hacia la legendaria calle Wall Street, donde está ubicado el hotel The Regent. Allí celebrarán toda la noche, levantando sus copas para brindar por los novios.
Fotos de la Boda
THALIA, NOS MANDA UNA SORPRESA
Thalia nos invita a su boda y agradece a sus fan el apoyo dado en su carrera
|